sábado, 3 de agosto de 2013

Y vivirnos allí

Es todo creciendo tan rápido que espanta
la velocidad en que sabes quién soy, 
dejaré de enumerar cosas de una sola puñalada,
tanta monotonía acaba por pudrirnos las alas, 
pero la noche, con el clima limeño, los puntillos verdes,
los bisílabos lacrimosos y preocupados,
saldremos de esta, todo pasa, dadaísmo y sol 
aunque no se vea ya por aquí, escritura automática, 
pensémonos Vallejo, sémonos Moro, fumemos,
fumemos, te sostengo, a ti y a todos los que lloran,
santos criales, los momentos en que te ruborizas 
y te niegas a hacer las cosas más olímpicas 
porque eso eres, un animalillo tímido, 
una camisa a cuadros mal planchada 
y yo desconfío de ti porque de tantas formas
no puedes ser tan cronopio, y pienso en quién serás,
cuando no me hablas, ¿poesía?, ¿notas?, ¿alteregos?
los féretros terminan por consumirse
después de tanta leña e injurias tricéfalas;
pero al final, al final, creo yo, bajo trompetas arcangélicas,
sumergiré los impíos cuestionamientos 
que atormentan hasta el borde de los aeroplanos
y te abrazaré tan fuerte que nos quedaremos sin huesos
y provocaremos diluvios, cataclismos nórdicos,
hasta fundirnos con el aire y cabalgar con valquirias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario