Solo para ver qué pasa,
por sadismo adolescente,
intentaré cargar a Prometeo por la espalda,
darle de limosna su fatuidad descarriada
y después me reiré de él y sus buenas voluntades,
de su fallido intento al antorchizarnos,
para, al final, con lotos y poliedros,
darle la estocada final con un sanguinolento
«nosotros los humanos no somos más que semen y amor».
No hay comentarios:
Publicar un comentario