miércoles, 31 de julio de 2013

Carreras al odio

Supongo que a punta de empirismo
obligado e inescapable
he comenzado a desarrollar
una peculiar satisfacción con el voyerismo de,
obviando la viciosa circulación de artículos,
tabús andinos, misoginia insalvable,
catolicismo desenfrenado e irrepresible,
fingido laicismo constitucional, mares de sexo
y basura, escritores antisemitas y misóginos,
golfas disfrazadas de libertarias comunistas,
golfas con síndrome de Diógenes,
golfas andando por las calles solo por fumar miradas,
golfas con pieles, golfas amarillistas, golfas elitistas,
miradas despectivas y listas largas
que un joven golfo más cuelga en su odre
para releerlas cada vez
que un separador de hojas se le pierde.

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