domingo, 14 de julio de 2013

Pirémonos

Pirémonos, con cerillas rojas y madera
o tal vez con encendedores llenos de etiquetas
de dioses griegos, y aún nos falta Apolo.

Pirémonos, rodando por las fogatas
cubiertos de hojas secas y tres litros
de petróleo y otras volatilidades.

Pirémonos, acostumbrándome a no soltar
tu mano al frente de Diana y Claudia
que a la vez son Claudia y Diana
y así, en una vorágine sustancial.

Pirémonos, besándonos frente a todos,
disfrutando del idilio neroniano,
siendo medievales, invencibles,
saltamontes hecatómbicos.

Pirémonos, con todos los capítulos
y todos los poemas vespertinos
memorizados, con todas las vibrantes
felinas y bilabiales.

Pirémonos, desabotonando las camisas
a cuadros y las zapatillas mojadas y sucias
que quieren tocar tu vientre, que quieren.

Pirémonos, ronroneando, en medio de una
combustión espontánea pero premeditada
a la vez, pirémonos dentro de un plan oscuro,
de una bomba, de un pájaro, pirémonos
dentro, con las franelas pintadas de crayola.


No hay comentarios:

Publicar un comentario