¿Es acaso pervertido o poco saludable
dejar sin adversativos
que te conviertas en mi soma
y me automedique contigo todas las mañanas
al menos durante tres soles
para sentirme en la cúspide del averno
que compartiremos pronto en unas cuantas letras?
¿Acaso se considera desdeñoso
mirar con arqueamiento de cejas
las trompetas asesinas del arte
que van rodeando la minihectárea
como si se pudiera follar allí
con cualquier sílaba,
con cualquier nota afónica?
¿O es mal visto
que planeemos nuestro futuro
a blanco y negro
y juguemos con los tiempos
y las verdades conjugadas
imaginándonos nonatos caracoles
o gatos de mal agüero?
No hay comentarios:
Publicar un comentario