Tal vez es buena idea eso de tragarse las llaves
para salvar tus gavetillas criptógamas
o charlar siempre encorvado con las manos detrás
como cínico sin blindaje ni huracanes
y no confiarle a nadie el día exacto
en que nace la primera atenea del cactus,
el primer dios por cesárea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario