domingo, 23 de junio de 2013

Y aun hay más

Son los tagadás oníricos, apenas los tropiezos,
los paneles solares que tienes en los ojos, el monóculo
de oro que se desprende desde la coronilla de Dios,
las bateas sepias a sobre las que floto,
los saltamontes que me rodean
tregua catala tregua catala tregua espera
dos caracoles estrellados con la pared, sollozando
lamentándonos por ser lentos y moluscos,
optimistas y urbanita,
por dejar pasar todo
como se filtra el café
en el sofá.

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