miércoles, 12 de junio de 2013

Celuloide

Porque apagué el cigarrillo en la concha de un caracol el doce de mayo en el peldaño, en la bajada Balta. Porque no pude dejarlo así, tan molusco, tan tabaco, así que lo lancé al mar, para que Poseidón se encargue de sus despojos y sus babosos multicolores poemas. Mientras surcaba la neblina lo pillé maldiciéndome en una voz baja, gutural y caracólea. "¡Déjame volar, Aaron!"

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