El prisma transparente e invisible, casi inexistente
de Lilí Ann y sus dragones violeta se ha derrumbado,
los ciervos saltaron sus alveolos,
las catapultas gimieron mientras les obligaban
a asesinar a su reina,
sus esferas de oro se quemaron con el antiguo
fuego negro
que yo aaróneamente confundí como la euforia
de sus venas.
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