jueves, 2 de enero de 2014

Para leer con los pies descalzos

Mírate, Francovsky. Y mírame a mí. Ambos con las mellizas sonrosadas: el prístino tatuaje del sol que nos une. Mírate: piernas tímidas y desnudas que calzan perfectamente con los cientos de lunares que invaden tu cuerpo, just like I do; tersa frente, como grafito difuminado al mis labios tocar; la antaño Nápoles que es tu vientre; pequeñas orejillas, y ojerillas también; la hermenéutica de descifrar las primeras veces que me ha dado tu circuncidada gloria; la egregia sonrisa que responde a mis disparates; mi tomillo, Francovsky, mi Arcadia. Oh, y ahora que te he reducido al castellano más burdo, ruego que me acaricies con tus vocales.

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