No sabe el barbirrubio querubín
que sus alas
-ahora llenas de humo,
mierda de paloma
y balas perdidas-
están sostenidas
por esas pelotas de acero
con que juegan soccer
las divinidades
y no hacen
más que ensanchar la reyerta
entre los medios
y los basurales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario