lunes, 27 de mayo de 2013

Pero yo era inmortal

Tus arterias caen de dequeísmo
y la verdad es que tu corazón
no sabe parafrasear,
tus veintiocho armas van teniendo
combustiones espontáneas,
suicidios colectivos,
calamares voladores,
tus toros balbucean
no respetan las reglas,
clases gobernantes,
y nos incrustan los cuernos
en los dos pulmones
hasta que nos desangramos
gritando a triple fuerza
"Pero yo era inmortal,
yo era inmortal".

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