porque después del gliglicismo
empezábamos con las alteraciones:
yo soy tú ven que soy Dalí y tú
Nicanor y yo
Batania
y qué te pasa, Aaron,
nadie es
Batania;
luego las alucinaciones
sin alucinógenos,
la libertad
con tu libertinaje de a dos,
la entreplumación
sin plumas
y yo intentando inventar
un soneto que le sepa a miel,
porque también me enamoré
de la abeja reina,
la de siglas morenas,
la monomorfemática.
un soneto que le sepa a miel,
porque también me enamoré
de la abeja reina,
la de siglas morenas,
la monomorfemática.
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