Qué placer al saber que usted
tan celeste y rosada y carmesí
también tiene un lado volcánico
Y qué desazón al darme cuenta
que las utopías no son ciertas,
que los altares son de cristal
y el cristal se rompe
Y qué desazón al darme cuenta
que las utopías no son ciertas,
que los altares son de cristal
y el cristal se rompe
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