cuánto mar arrastra tus sílabas
el yelmo alado de Hermes
se posa en tu coronilla
en los sudados retazos de pelo
que se mueven por mis entramajes
a deer's wandering
y yo te mezo
entre las púas de la distancia
y la dulce amalgama
de nuestra dríade de cemento
entonces acciono el rojo
respaldar del mundo
somos balas a presión
de carabinas en desuso
transtorno ecuestre
corderos
que se apuñalaron
solo por saborear
la dicha eólica
cuánto mistral
nace ante tu rostro
los cristales del Olimpo
perdieron la tramontana
antes de saber que nos eructaría
el primer árbol
del alba muda
/cuánto mar arrastra tus sílabas/
y que no se calle
el despiste
que se encargó de forjarte
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