Yo solo quiero una vitrola
que interprete la sinfonía
de tus labios
cuando chocan con los míos,
una isla perdida
donde pueda contarte
todo lo que sentí
un día tornasoleado
donde conocí a alguien
que no sabe nada
y lo sabe todo,
verdades alquimistas
que hagan relucir
un alma de carbón,
o prosas de almizcle
que broten de tu lóbulo
para llegar a mí
junto a versos apátridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario