viernes, 29 de junio de 2012

No bajes la cabeza princesa, que la corona se te cae...

El cielo está harapiento por tus sollozos, a aquella nube la veo desgastada,
¿lo ves? Éso pasa por confundir el significado de ser amada.
Te aferraste a sólo una estrella sin ver las infinitas constelaciones,
quisiste estar colgada de un columpio sin cuerdas, quisiste nadar en un estanque sin agua.
Tú sólo necesitabas amor, lástima que te tocó uno oxidado.
Y aquí estoy yo, tal vez no mucho, tal vez nada; vine a quitarte las espinas, a sanar tus heridas.
Seré esa razón que necesitas, esa protección que anhelas, ese amor con que siempre sueñas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario